La lavanda en flor desprende un agradable olor a antiguo. El interior es acogedor y amplio. El color alegre y penetrante de las tapicerías y la decoración hacen de esta habitación un lugar ideal para disfrutar de una estancia con la familia. Se trata de una habitación cuádruple con una romántica cama matrimonial y dos camas individuales, baño privado con ducha, secador, set de cortesía, aire acondicionado, Wi-Fi, televisión, mini-bar.

Perfume de…

De vuelta de su viaje,
en las tierras de Provenza,
un peregrino
se llevó de aquellas tierras dulces y lejanas
una pequeña bolsa de semillas de lavanda,
cuyo color se confundía
con los campos del val d’Orcia,
con el amarillo del grano,
el verde de los olivos
y el rojo de las amapolas.

En invierno, estas semillas fueron escondidas
en los armarios,
entre las sábanas de lino bordadas.

Y a día de hoy, durante las noches de amor,
el perfume de la lavanda
envuelve el cuerpo de ella
y se confunde
con el perfume de su piel.
Y mientras, tu boca
persigue las dulces curvas de su cintura
y vuelve a dibujar el ligero arco de su espalda,
se desprende el delicado
aroma del grano,
amarillo como su cabello,
de los olivos,
verdes como sus ojos,
y de las amapolas,
rojas como sus labios